A pesar de los avances en el tratamiento y la atención de personas adultas, los niños y niñas que viven con VIH en regiones como África subsahariana afrontan altas tasas de mortalidad y acceso limitado a terapias efectivas. Este grupo vulnerable requiere enfoques específicos que atiendan tanto las necesidades clínicas como las psicosociales. Este día nos recuerda que la respuesta global a esta epidemia debe incluir a los más jóvenes, cuyo futuro depende de estrategias sostenibles e innovadoras.
Los niños y niñas que viven con VIH enfrentan barreras significativas que los diferencian de los adultos. Uno de los mayores retos es el diagnóstico tardío, lo que limita las oportunidades de intervención temprana. Además, las infecciones oportunistas como el citomegalovirus o las infecciones respiratorias prolongadas son comunes en esta población y aumentan el riesgo de complicaciones graves.
En muchos contextos, el estigma social y la falta de educación sobre el VIH dificultan el acceso a pruebas y tratamientos, especialmente en comunidades rurales.
Aunque se han logrado avances significativos en el tratamiento, la infancia en África subsahariana sigue siendo desproporcionadamente afectada por el VIH
El proyecto SUPPORT, liderado por la Universidad Complutense de Madrid, busca reducir la mortalidad pediátrica por VIH mediante la formación de nuevos líderes en investigación en África subsahariana. La iniciativa abarca cinco países clave: Mozambique, Uganda, Zambia, Zimbabue y Senegal, seleccionados por su alta carga de enfermedades infecciosas pediátricas y su limitada capacidad de investigación. Estos países representan comunidades culturales y lingüísticas diversas, lo que refuerza la inclusividad del proyecto. SUPPORT combina el fortalecimiento de capacidades locales con herramientas innovadoras.
Formación de personal investigador: una estrategia clave
SUPPORT se centra en la formación de investigadores e investigadoras locales. El programa forma a 13 becarios, ocho en etapas iniciales de su carrera (etapa predoctoral) y cinco en etapas intermedias (posdoctoral), mediante dos modalidades: capacitación en red y formación práctica especializada. Los becarios y becarias reciben formación en competencias fundamentales como ensayos clínicos, epidemiología, ética y análisis estadístico. También adquieren habilidades transferibles en liderazgo, gestión de proyectos y comunicación científica, esenciales para su desarrollo profesional.
Trabajan directamente en proyectos enfocados en temas prioritarios, como el desarrollo de biomarcadores, estudios sobre farmacocinética de medicamentos y la integración de herramientas de inteligencia artificial en la atención pediátrica. Este enfoque permite abordar problemas críticos del VIH mientras se fortalecen las capacidades locales. Además, promueve la diversidad y la inclusión asegurando la representación de distintos géneros y comunidades, lo que garantiza que las soluciones sean relevantes y aplicables.
El objetivo es crear una red sostenible de investigadoras e investigadores africanos capaces de liderar iniciativas en salud pública
El proyecto explora tecnologías avanzadas para mejorar los resultados en niños y niñas que viven con VIH. Por ejemplo, desarrolla un biomarcador de gravedad para predecir la mortalidad pediátrica asociada al VIH, lo que permitirá intervenciones más rápidas y eficaces. También evalúa dispositivos de inteligencia artificial para detectar insuficiencia respiratoria en etapas tempranas, un avance que podría salvar vidas. Además, estudia cómo optimizar las terapias antirretrovirales mediante investigaciones sobre farmacocinética, asegurando que los medicamentos sean absorbidos y distribuidos adecuadamente en los niños y niñas.
Impacto a largo plazo: una red de líderes en salud
El objetivo es crear una red sostenible de investigadoras e investigadores africanos capaces de liderar iniciativas en salud pública. Al empoderar a estos profesionales, el proyecto no solo aborda el VIH pediátrico, sino que también fortalece los sistemas de salud para enfrentar futuras epidemias. Se fomenta el emprendimiento al integrar pequeñas empresas relacionadas con la salud en el proceso de innovación, promoviendo soluciones locales sostenibles y contribuyendo al desarrollo económico regional.
El futuro de los niños y niñas que viven con VIH depende de la inversión en educación, investigación y colaboración internacional. Aunque se han logrado avances significativos en el tratamiento, la infancia en África subsahariana sigue siendo desproporcionadamente afectada por el VIH. Con un enfoque colaborativo y un compromiso con la innovación es posible transformar el panorama del VIH pediátrico. Como indica el coordinador de SUPPORT, Pablo Rojo, "al formar a una nueva generación de personal investigador africano, se construye un futuro en el que todos los niños y niñas tengan la oportunidad de vivir vidas plenas y saludables, libres del impacto devastador del VIH".